Sí, el hombre que espera, a ¿qué?, a que llueva, a que suceda algo, no parece tener mucha prisa. Me recuerda a ciertas esculturas que hay en las vías públicas de nuestras ciudades.Un abrazo.
Sí, el hombre que espera, a ¿qué?, a que llueva, a que suceda algo, no parece tener mucha prisa. Me recuerda a ciertas esculturas que hay en las vías públicas de nuestras ciudades.
ResponderEliminarUn abrazo.